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La norma que prohíbe el tabaco en espacios públicos se llevará a cabo en junio.

La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, anunció ayer que la reforma de la Ley del Tabaco, para prohibir totalmente fumar en espacios públicos, se llevará a cabo en el mes de junio «antes de que termine el periodo de sesiones». Jiménez, que hizo esta declaración en un programa de TV, añadió que la entrada en vigor de la nueva norma, que modificará la actual ley, estará en función de las «negociaciones» con los partidos. La ministra explicó que con esta reforma se cumplen los objetivos de propia la Ley del Tabaco, que no se fume en los lugares públicos cerrados, porque «perjudica la salud». Se cambiarán algunos artículos de la normativa, para que «se cumplan estos objetivos», añadió. Trinidad Jiménez sostuvo que las inversiones de los empresarios para facilitar sitios para fumadores en los establecimientos donde la ley lo permitía, se sitúa en torno al uno por ciento, y el coste medio de las reformas oscila entre los 8.000 y 15.000 euros, según un estudio económico «riguroso». La titular de Sanidad afirmó que en hostelería esta inversión, después de cinco años, está amortizada y que en otros países la medida no ha supuesto perjuicios para el sector.

Estanqueros, en contra.

Por su parte, la Unión de Asociaciones de Estanqueros de España rechaza que la reforma que prohibirá fumar en todos los espacios públicos cerrados se lleve a cabo en junio.

El presidente de esta asociación, Manuel Fernández Vicario, indicó que a los estanqueros les interesa que el Gobierno espere hasta 2012, que es cuando la Unión Europea (UE) recomendó endurecer las leyes contra el hábito de fumar. Fernández Vicario subrayó que la reforma de la ley provocará un descenso aproximadamente del 30 por ciento del consumo de tabaco. En su opinión, en la actualidad están «perfectamente» delimitados los lugares habilitados para fumar y con la ley vigente el consumidor «ya está protegido». Según Fernández Vicario, el Ejecutivo debería incrementar los controles y vigilar «realmente» la aplicación de esta normativa si cree que «no ha salido como se esperaba». Hace meses que Jiménez viene planteando este asunto, aunque hasta ahora no había concretado un fecha. Actualmente está permitido fumar en restaurantes y bares de menos de 100 metros cuadrados, que suponen el 80 por ciento, con lo que los efectos prácticos de la ley son muy limitados. Solo 40.000 de los 350.000 locales de ocio existentes en España están libres de humo o cuentan con espacios compartimentados para los fumadores. Según las encuestas realizadas por el Ministerio, el 70 por ciento de los españoles es partidario de una prohibición total del tabaco en locales cerrados. Varios organismos, como la Organización Médica Colegial (OMC) y el Comité de Prevención del Tabaquismo, llevan tiempo pidiendo al Ministerio un endurecimiento de la ley y, según las encuestas, la población también apoya la medida. Por su parte, la Federación Española de Hostelería continúa criticando esta medida, ya que afirma que supondría un perjuicio económico para el sector, protesta a la que se suma ahora la Unión de Estanqueros de España.