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Ángel y María, propietarios del Restaurante La Orza, se jubilan este año después de encontrar en la hostelería su pasión y multitud de amigos.
Fue un placer poder hablar con ellos.

Pregunta: ¿Cuándo empezó en la hostelería?

“Empecé hace 50 años, con nueve años, en Bar 4 Vientos de Barrax (que luego se transformó en un restaurante hostal) y allí conocí a mi marido, Ángel, una vez hospedado. Nos casamos y abrimos, también en Barrax, el Pub Anjol y una heladería tropicana. La noche se nos empezó a resistir y yo soy una apasionada de la cocina; así que en el año 1999 abrimos en la calle Tejares La Orza, que tuvimos hasta 2013. En este bar no hemos encontrado clientes, sino amigos; que son como nuestra familia y nos apoyan en los mejores y peores momentos.

”Pregunta: ¿Quién sigue actualmente con el negocio?

“La Orza está cerrada y a pasar el puente de agosto la persona a la que le hemos traspasado el negocio, abrirá. Pero la hostelería es cosa de familia, mi hijo trabajará por la tarde en este sector y por la mañana se dedicará a su otra profesión, profesor de signos.”

Pregunta: Si tuviera que hacer balance de todos estos años en los que ha estado dedicado a esta profesión, ¿qué diría que es lo mejor y lo peor de la hostelería?

“Lo mejor, lo más feliz de mi vida, es trabajar siempre con gente que está contenta y que está alegre. La hostelería ha sido lo máximo. Si tengo que ponerle alguna pega, será que no he podido disfrutar de mi familia como me hubiera gustado.”

Pregunta: ¿En qué le ha ayudado la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo (APEHT) durante estos años?

“La Asociación me ha ayudado en todo, gestoría de nóminas, como se movió con el tema de la ley del tabaco y es un pilar fundamental. Psicológicamente están ahí y te ayudan.”