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Los hosteleros, en pie de guerra

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Noticia Los hosteleros en pie de guerra

Fuente: La Verdad

El sector espera un seguimiento masivo de la protesta contra la Ley Antitabaco, que le llevará a cerrar y manifestarse el próximo lunes día 28. El presidente de los hosteleros vaticina la 'muerte' de los negocios sin posibilidad de terraza para fumadores.

El Congreso aprobó por unanimidad el endurecimiento de la Ley Antitabaco en octubre y el cambio entraba en vigor el domingo 2 de enero. Con este gesto de aparente consenso, los diputados daban el golpe de gracia a la hostelería. Así lo ve la mayoría del sector, que se siente el conejillo de indias de una decisión que, aunque políticamente correcta, va a firmar su sentencia de muerte. De hecho, la convocatoria para la protesta del próximo lunes en Albacete va ilustrada con una cruz negra, símbolo del futuro inmediato.

Bares y restaurantes no pretenden hacer apología del tabaquismo, pero sí quieren reivindicar el derecho a decidir. Por este motivo, el presidente de los hosteleros, Juan Sánchez, augura un cierre masivo de negocios el próximo lunes. Convoca la hostelería, sin embargo, el llamamiento es también para los clientes y distribuidores. La concentración contra la prohibición tendrá lugar a las 11 de la mañana en la Plaza del Altozano, desde donde los manifestantes se dirigirán hasta la Subdelegación del Gobierno. Y es que la Ley Antitabaco requiere un cambio de postura a nivel nacional.

Desde 2005

Esta protesta es la consecuencia de un cúmulo de despropósitos. En el año 2005, también por unanimidad, se aprobaba la primera Ley Antitabaco que tocaba de lleno a la hostelería. Los locales de menos de cien metros cuadrados pudieron elegir entre quedarse como estaban o vetar el humo del tabaco, pero los mayores o prohibían fumar o invertían en crear espacios diferenciados y acondicionados para fumadores y no fumadores. Juan Sánchez se gastó más de 20.000 euros en adaptar la reforma de su local a la nueva normativa. Convirtió su restaurante en dos locales, con dos entradas diferenciadas.

La hostelería campeó el temporal y poco después, en 2008, llegó la crisis económica. Una vez más, estos pequeños empresarios, autónomos con trabajadores a su cargo, tuvieron que echar mano de nuevo a los ahorros y a los créditos para asumir el descenso de las ventas. El consumidor tenía miedo y, antes de sufrir los primeros apuros, optó por recortar el gasto en ocio.

Pasó la época de las reformas, de elegir entre fumadores y no fumadores y se quedó la crisis económica. Para colmo, los bancos cerraron el grifo porque los augurios eran cada vez peores. Y cuando parecía que se había tocado fondo, a la hostelería le llegó un nuevo envite. En enero de este año entraba en vigor el endurecimiento de la Ley Antitabaco, aprobado en 2010. Hoy, ni dos meses después, el balance es, a juicio de Sánchez, «tremendo». Las ventas han bajado un 30% de media y se augura el peor de los finales para aquellos que no tienen ni terraza ni posibilidades de tenerla. «En cuanto empiece la primavera, quien no tenga terraza, está muerto», decía Sánchez ayer, al tiempo que añadía que «aquí sí que hay un agravio comparativo».

9.000 trabajos

Vuelven a estar en la cuerda floja más de 3.000 negocios y en torno a 9.000 puestos de trabajo. «Los que aguantaban a duras penas, reciben ahora el golpe de gracia». Y es que Juan Sánchez siempre recuerda que la mayoría de la hostelería albaceteña está hecha de pequeñas empresas que lo han empeñado todo para aguantar hasta que la economía remonte. «No se trata sólo de que cierre el negocio, es que detrás de nuestro bar o nuestro restaurante van nuestras casas y nuestras familias». «Sabemos de sobra que el tabaco es malo y no queremos defenderlo, pero necesitamos continuar. Sólo pedimos que nos dejen trabajar», insistía ayer el presidente de los hosteleros.

Como Juan Sánchez piensa la mayoría del sector y, al menos, ese porcentaje de clientes que o bien ha dejado su cafetería de siempre o la visita menos. Carlos Ros, responsable de 'La Ronería', animaba ayer a repartidores y comerciales a sumarse a la protesta. Para él, la Ley Antitabaco carece de sentido. Prueba de ello es que ayer, pasada la una de la tarde, tenía más clientes en la terraza que en el interior del bar. El cambio de normativa le ha supuesto un sobreesfuerzo de miles de euros.

La seta china -estufa de gas- le ha costado a 'La Ronería' 200 euros, pero, además, ha adquirido estufas de diseño italiano, que calientan más, y cuestan 1.200 euros cada una. El hecho de tener la terraza todo el año ya le va a suponer 5.000 euros adicionales y el 'invernadero' que ha tenido que montar para cortar el helado viento invernal le ha costado más de 10.000 euros. Casi ha llegado a los 20.000 euros de inversión en menos de dos meses y eso sin contar que gasta una botella de gas cada 24 horas, lo que supone 200 euros mensuales en combustible.

«Comprendemos a los no fumadores y los respetamos, pero tenemos que defender la libre elección porque están en juego nuestros negocios», decía ayer Carlos Ros. Además, este hostelero ha recogido más de 500 firmas de apoyo en sólo cinco días.

Como él, Silvia Bernabé, del bar 'Tejares 10', secundará la protesta. En su caso, ha conseguido mantener el negocio durante los fines de semana, pero en las jornadas laborables ha visto un descenso de clientes del 75%. En su caso, no se ha molestado en invertir en estufas y terrazas cubiertas porque el negocio «se traspasa».

La Inspección

Antonio Martínez, dueño de la cafetería 'Gabanna', atendía ayer una visita de la Inspección. Según explicó al diario, un denunciante anónimo había «arremetido» contra todas las terrazas de la calle Tejares y las autoridades no habían tenido más remedio que visitar y supervisar las instalaciones. En el caso del negocio de Antonio Martínez, la Inspección no encontró ningún detalle contrario a la nueva normativa, ya que la terraza cubierta tenía abiertos los lados recomendados.

Martínez, como sus compañeros, insistió ayer en que el lunes no abrirá. Ha perdido al 30% de la clientela y eso que se ha gastado 4.000 euros en tener la terraza todo el año, 6.000 euros en cerrarla y más de 2.000 euros en calentarla.

Y es que, por mucho dinero que se invierta contra el frío, hay que echarle valor para sentarse en una terraza cuando el invierno aprieta en Albacete. José Antonio Cuenca, fumador y cliente de la cafetería 'Gabanna', reconocía ayer que desde enero «no hago nada más que pasar frío y calamidades para tomarme algo mientras me fumo un cigarrillo. Los fumadores parecemos apestados. Nadie tiene que tragarse mi humo, en eso estamos todos de acuerdo, pero, por favor, que me quede algún sitio donde fumar caliente», decía con resignación y muy abrigado.

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